Durante estos 10 años en el mundo editorial, he aprendido muchísimo y más aún cuando he ido asesorando a diferentes autores. En este post haré un resumen de los errores que suelen cometer los que empiezan en el mundo de la publicación.

1. Hacer una página de Facebook con el nombre del libro

Es uno de los errores más comunes. Al principio la ilusión lo puede todo, pero cuando haces el segundo libro esta página de Facebook pasará a segundo plano. Además, ya no sabrás qué publicar porque los post serán repetitivos. Si haces otra página con el nombre del nuevo libro, habrás perdido todo el trabajo hecho y, además, duplicarás información.

  • Busca un nombre de autor/a, invéntate un nombre ficticio si lo prefieres, lo que te apetezca.
  • Busca el dominio y compra el dominio .com y .es. ¡Ojo!, si uno de los dos está ocupado, olvídate de él. Aunque no lo uses ahora, lo necesitarás.
  • Crea una página de Facebook.
  • Crea un perfil de Instagram.

2. Poner bajo precio al libro

Cuando empezamos queremos vender, así que ponemos precios bajos a nuestros libros ya que muchas veces solo consideramos el coste de imprenta. Pero, en realidad, hay mucho más, y necesitas margen para invertir en promoción, como, por ejemplo, regalar un libro a un blog.

  • Multiplica el coste por cinco.
  • Suma todo lo que te has gastado (ISBN, material de envíos, corrección, maquetación, royalties, impuestos, postales que regalas…). Luego, divídelo por el número de ejemplares impresos, así tendrás el coste real por libro.
  • Compararlo con libros similares para no pasarte de precio.

Piensa que la distribución suele llevarse el 50-60 %. Si, llegado el momento, te interesa trabajar con distribución tienen que salirte las cuentas y, como mínimo, debes tener beneficio si lo vendes al 60 %. Mira cómo se reparten los beneficios de un libro.

3. No recopilar mails de los que te han comprado

Cuando empiezas a vender tu libro sueles hacerlo directamente por Messenger, WhatsApp o mail. Es muy emocionante ver cómo la gente se va interesando. Pero es muy importante que recopiles todos estos mails porque en el momento que publiques otro libro (sí, engancha) tendrás los contactos de personas que podrían volver a comprarte.

Todo el esfuerzo que has hecho en publicidad lo perderás si no puedes volver a contactar con estas personas.

¿Cómo se hace?

  • Podrías empezar a hacerlo en un Excel, aunque idealmente deberías usar un gestor de mails como Mailchimp, Mailrelay, Mail Poet, etc. Pero esto será para un nivel más avanzado.

4. Hacer el libro junto con otra persona

Muchas personas buscan compañero/a para publicar su libro en forma de “colaboración”. Yo te digo, no lo hagas si no has publicado antes y, por lo tanto, no sabes cómo funciona el tejemaneje. Entiendo que es mejor ir acompañado, tomar decisiones en solitario no es fácil, pero los problemas aparecerán poco a poco, sobre todo cuando se plantean los beneficios y los gastos al 50 %. Es realmente difícil de gestionar porque es un crecimiento constante y se tiene que pactar cada acción, por ejemplo:

  • Uno de los dos autores invierte más tiempo en el proyecto. Esto suele pasar cuando el libro lleva algunos meses publicado, se pierde la emoción del lanzamiento y parece que solo uno de los dos tira del carro.
  • Tener que pedir permiso al otro para realizar cada acción. Por ejemplo, quieres hacer una tienda pero requiere una inversión de 1200 € y la otra persona no está de acuerdo, o no tiene dinero. Esto ya supone un freno.
  • No tener claro el acuerdo en un contrato.
  • Estar ligado por muchos años a una persona que no tiene el mismo interés o pasión que tú.
  • Mejor que uno de los dos lidere el proyecto, esto no quita que la otra persona pueda beneficiarse de una manera favorable, solo es cuestión de negociar y anticiparse a los hechos.

5. No leer bien el contrato antes de firmar y aceptarlo todo por la emoción

Otro de los grandes errores de muchos autores es estar cegado/a por el deseo de publicar. También es cierto que la ignorancia en el sector no ayuda demasiado, pero entonces tienes que moverte y preguntar.